AGRICULTURA |
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Riego:
Consideraciones a tener en cuenta
para su implementación
Debe considerarse, antes de tomar la decisión
de instalar un equipo de riego complementario, ciertas variables que
determinarán las probabilidades de éxito.
- Se debe realizar un análisis del
acuífero para determinar su ubicación y profundidad, la calidad y la
cantidad de agua. Esto se hace por exploración geoeléctrica o por
perfilaje múltiple de pozo.
- Es importante conocer la calidad del agua en
dos aspectos: Su salinidad y su peligrosidad sódica. Agua con un
contenido salino de hasta 0,5 Gr. por litro pueden ser utilizadas en casi
todos los casos. Si el contenido salino es superior, hasta 2,5 Gr. por
litro sólo se podrán regar suelos con una muy buena permeabilidad y
deben usar cultivos con buena tolerancia a la salinidad. Agua con
contenido salido superior a 2,5 Gr. por litro no sirve para el riego.
- Los sistemas de riego más usados son: Por
surcos y por aspersión, entre los que se cuentan los de pivote central,
pivote frontal o avance frontal y los de cañón aspersor. Se diferencian
por el costo, en tipo de instalaciones que requieren, y la automaticidad
del traslado. Los de avance frontal en particular necesitan de una toma de
agua central o terminal, que lo abastece por medio de una manguera o un
canal.
- En la elección de un sistema se requiere
que el técnico especialista tenga en cuenta variables tales como el
caudal de agua disponible, superficie que se quiere regar, capacidad del
equipo, turnos de riego (son los días necesarios para regar una
superficie determinada), topografía del terreno, presencia de
obstáculos, conducción del agua de riego hasta el punto a regar,
etc.
- Se deberán estudiar y considerar las
características propias del suelo, como su estructura, su permeabilidad,
su capacidad de retención de agua, de penetración radicular, que
permitirán al profesional la forma más conveniente de regar el lote.
Costos
y eficiencia de los sistemas de riego más utilizados |
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Sistemas
de riego |
Características |
Por
surco |
Pivot
central |
Avance
frontal |
Cañón |
Costo
de equipamiento |
Bajo |
Alto |
Alto |
Alto |
Mano
de obra |
Alto |
Bajo |
Bajo |
Medio |
Consumo
de potencia |
Bajo |
Bajo |
Bajo |
Alto |
Eficiencia
de riego |
Alta |
Alta |
Alta |
Medio |
Superficies
que pueden ser regadas con cada tipo de equipo |
|
Sistemas
de riego |
Cultivo |
Por
surco |
Pivot
central |
Avance
frontal |
Cañón |
Maíz |
30 |
50 |
50 |
40 |
Trigo |
|
50 |
50 |
40 |
Soja
de Segunda |
|
50 |
50 |
40 |
Lo primero que se debe lograr es que el agua
infiltre en el suelo y no se encharque o se pierda por escurrimiento
superficial. Para ello el suelo debe tener una buena condición física, es
decir que no este ni compactado ni demasiado pulverizado, ni debe tener piso
de arado.
Por ejemplo, en el total del ciclo del maíz se
requiere de 500 a 600 mm. de agua. El consumo máximo diario se da en el
período que va desde la octava a novena hoja, que es cuando se comienza a
formar la espiga y se define el rendimiento potencial máximo de la planta,
hasta fines del llenado del grano, donde requiere unos 300 mm.
En la zona
maicera central esos momentos coinciden con la siembra de principios de
septiembre y enero, en esa misma época es cuando se produce la mayor
probabilidad de déficit de agua por insuficiencia de lluvia.
Fuente: SAGPyA, (1999).
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