Control de plagas
de los granos y productos almacenados
Dentro del ecosistema de poscosecha, uno de los factores a controlar son las plagas. Estas, que pueden ser tanto insectos como arácnidos, pueden
causar serios daños en la mercadería almacenado si las condiciones ambientales favorecen su desarrollo.
Puede clasificarse a las plagas de acuerdo con su posibilidad de atacar grano sano o herido, y se clasifican en plagas de infestación primaria y de infestación secundaria. Las plagas de infestación primaria son aquellas capaces de desarrollarse en granos sanos; producen el llamado picado de los granos y pueden colocar sus huevos, según la especie, dentro o fuera de los mismos.
Es decir que existe la posibilidad que una partida de mercadería que en la recepción sea considerada libre de insectos, en realidad esté infestada (infestación oculta), incorporando a la planta de acopio una fuente de
reinfestación. En este grupo se incluyen al gorgojo del trigo
(Sitophilus granarius), al gorgojo del arroz (Sitophilus
oryzae), al gorgojo del maíz (Sitophilus zeamais), al taladrillo de los cereales
(Rhizopertha dominica) y a la palomita de los cereales (Sitotroga
cerealella), entre las más importantes. Las larvas de este tipo de plaga se alimentan del interior del grano y abren las puertas para el ataque de las plagas de infestación secundaria. Estas últimas necesitan para su desarrollo que el grano almacenado esté dañado, ya sea por un insecto de
infestación primaria o debido a condiciones de cosecha, manipuleo y acondicionamiento. Dentro de este grupo incluimos a la carcoma dentada
(Oryzaephilus surinamensis), al tribolio
castaño (Tribolium castancum), al tribolio confuso (Tribolium
confusum), a la carcoma achatada (Cryptolestes pusillus), a la polilla de la harina
(Ephestia kuehniella), y al piojo de los cereales (Liposcelis
divinatorius), entre otras.
Los daños producidos por las mismas pueden ser directos o indirectos. Los directos son: pérdida de peso, reducción del poder germinativo, reducción del valor nutritivo, presencia de insectos, partes de ellos, huevos,
pupas, heces, etc. Los indirectos son calentamiento y migración de humedad de los granos, reservorio de enfermedades, distribución de hongos y microorganismos, y tratamiento con insecticidas.
Métodos de control
Para evitar o disminuir los efectos adversos que producen estos organismos se emplean diferentes métodos de control: el control mecánico, el cual consiste en interponer una barrera entre la plaga y el producto a conservar
(ej. mallas en los aireadores); los controles físicos, por los que se modifican factores ambientales como la temperatura, la humedad, o la composición de la atmósfera
intergranaria, de manera de hacer que las condiciones no
sean favorables para el desarrollo de las especies plaga; los controles químicos -los tratamientos con insecticidas, que pueden ser de carácter preventivo o curativo, y pueden aplicarse tanto a los materiales almacenados como a las instalaciones que los contienen; y los controles biológicos, en los cuales se utilizan otros organismos vivos capaces de reducir la acción de aquellos perjudiciales. Además de todos los medios de control descriptos, la limpieza de las instalaciones debe ser una condición necesaria para un adecuado control.
Los insecticidas
Dentro de los tratamientos con insecticidas, existen los que son a base de principios activos fosforados
(clorpirifós metíl, fenitrotión, mercaptotión, pirimifós
metil, etc.) que entre sus cualidades está el poder residual, que variará en función de la dosis aplicada y que permitirá realizar un tratamiento preventivo en los materiales a almacenar. Estos productos son en su mayoría líquidos, formulados para emulsionar en agua, pero algunos también se presentan en estado sólido. Para el control del taladrillo de los cereales, que escapa al control de los insecticidas fosforados, se utilizan productos cuyos principios activos son mezclas de un fosforado y un
piretroide. También hay productos cuyo principio activo es sólo un
piretroide, como por ejemplo deltametrina. Un principio activo muy utilizado es el
DDVP, que es líquido, y su uso habitual es curativo.
Existen otros métodos de control por medio de insecticidas que ejercen su acción como gases; son tratamientos
curativos y permiten el control de todas las formas evolutivas del insecto presentes, visibles u ocultas. Estos requieren hermeticidad del silo, y un tiempo determinado de
exposición. En este grupo encontramos la fosfamina, gas letal producto de la hidrólisis de formulaciones a base de fosfuro de aluminio o de fosfuro de magnesio (son las ampliamente difundidas pastillas o comprimidos) y el bromuro de metilo (producto que por el Protocolo de Montreal verá reducida su participación hasta su total desaparición por ejercer acciones contra la capa de ozono).
Dosis para el
tratamiento de las instalaciones, y preventivas para el grano
almacenado
Marca Comercial |
Principio activo |
Dosis de
tratamiento |
Recomendación en
instalaciones |
Dosis preventivas
para granos |
Reldan 48E |
Clorpirifos metil |
0.5 l/2000 m2 |
Repetir c/60 días |
6-12 cm3/t |
Reldan plus |
Clorpirifos metil
+ deltametrina |
1.2 l/100 m2 |
Idem |
15-20 cm3/t |
k-Obiol F |
Deltametrina +
Butóxido de piperinolio |
0.5 l/1000 m2 |
Idem |
12-20 cm3/t |
Sumi alpha Plus |
Deltametrina +
fenitotrion |
1.0 l/1000 m2 |
Idem |
10-20 cm3/t |
Sumithion 100 |
Esfenvalerato +
Fenitotrion |
1.0 l/1000 m2 |
Idem |
10 cm3/t |
Olkill |
fenitoterion +
Permetrina |
1.0 l/1000 m2 |
Idem |
6 cm3/t |
Actellic 50 |
Pirimifós metil |
0.8 l/100 m2 |
Repetir c/40 días |
10 cm3/t |
Actellic Plus |
Pirimifós metil +
Permetrina |
0.8 l/100 m2 |
Idem |
6-10 cm3/t |
Sumithion 3 |
Fenitotrión
(polvo) |
2.4 Kg/100 m2 |
Repetir c/15 días |
0.01-0.018 cm3/t |
Mercaptothion 100 |
mercaptotión |
2.5 l/2000 m2 |
Repetir c/10 días |
140 g/t |
Fuvos |
DDVP 100 E |
1 l/2000 m2 |
Idem |
10-20 cm3/t |
Ascaricer F Vap 85 |
DDVP + Fenitotrion |
1 l/1000 m2 |
Idem |
10-20 cm3/t |
Depegal Extra |
DDVP + Permetrina |
2 l/2000 m2 |
Idem |
10 cm3/t |
Varios |
DDVP +
Mercaptotión |
1-2 l/5000 m2 |
Idem |
10 cm3/t |
Protegran D |
Metoprene |
|
|
2.5-5 cm3/t |
Perma-Guard D-10 |
Tierra de
diatomeas |
|
|
1-3 kg/t |
La fosfamina
En la actualidad, hay disponible en la Argentina un revolucionario método de control de plagas en base a la
inyección de fosfamina en reemplazo del aire intergranario. Dicha incorporación de fosfamina se realiza a partir de la reacción de una formulación
granulada de fosfuro de magnesio junto con agua en presencia de una atmósfera de dióxido de carbono en un reactor completamente automatizado y
controlado, el Turbo Generador Hom.
Esta novedosa tecnología permite la fumigación de bodegas, molinos y espacios en general, haciendo recircular el aire y pasándolo
por el generador donde se mezcla con
la fosfamina. De esta manera no hay aumento de la presión en estos recintos y no hay pérdidas de gas por sobrepresión. Para fumigaciones en silos y bodegas de cereales a granel, se inyecta una mezcla aire-gas de aproximadamente 2000 ppm en la parte inferior del silo. Con esta mezcla se desplaza el aire hasta detectar en la parte superior la presencia de
fosfamina. Mediante esta técnica, es posible poner bajo gas en menos de dos horas un depósito de
hasta 8000 toneladas de cereal. No es necesario distribuir el fumigante como se realiza habitualmente con las pastillas, habiendo un total aprovechamiento del producto químico y no quedando residuo sobre el granel.
Otras ventajas de este sistema son: no provoca problemas en el medio ambiente ya que se produce sólo fosfamina, la cual es rápidamente desactivada en presencia de la luz solar cuando es liberada a la atmósfera; no provoca fitotoxicidad ya que no genera otro gas que fosfamina; no hay riesgo de incendio ya que la mezcla de gases no se autoinflama; la inyección de fosfamina se realiza desde el
exterior de la instalación a tratar; la concentración de fosfamina es controlada y puede mortificarse durante la fumigación; en caso de producirse una caída en la
concentración de este gas, puede reinyectarse fosfamina adicional desde el exterior; la rápida generación del gas expone en forma inmediata a las distintas estructuras bajo
fumigación a elevadas concentraciones de gas; se logra una mejor distribución de la fosfamina en grandes volúmenes de granos; permite suspender el tratamiento en cualquier momento; aprovecha al máximo los tiempos de parada de las plantas; no requiere movimiento del granel con el respectivo ahorro en energía eléctrica y disminución de
daños en los granos, provocados por dichos movimientos; no afecta las propiedades químicas, organolépticas y germinativas de los materiales tratados; permite el control de roedores en un corto período de fumigación.
Todos los productos descriptos con registro para la aplicación sobre granos almacenados, no modifican las condiciones organolépticas del material tratado. Sólo el bromuro de metilo afecta el poder germinativo de las semillas. En todos los casos deben utilizarse los elementos de protección necesarios para una segura aplicación y manipuleo de plaguicidas.
Tratamientos
curativos con fosfamina
Lugar |
Dosis |
Tiempo
de exposición mínimo |
Método
de aplicación |
Pastillas |
Comprimidos |
Plostoxin |
Magtoxin |
Silos de chapa |
3-5 t |
12-25/t |
4-5 días |
3-4 días |
Al trasilar o
llenar el silo |
Depósitos de
granel |
2-4/t |
10-20/t |
4-5 días |
3-4 días |
Aplicar con sondas
y cubrir con lona hermética al gas, o al trasile o llenado |
Locales vacios |
2 m3 |
3-10 m3 |
3 días |
|
Hermetizar y
colocar pastillas sobre bandejas de cartón, separadas una
de otras |
Estibas o
mercadería envasada bajo lona impermeable al gas |
1-2 m3 |
5-10 m3 |
4-5 días |
3-4 días |
Colocar las
pastillas sobre bandejas de cartón, dejando espacios entre
estas y la lona para permitir la generación de gas.
asegurar hermeticidad separadas, dejando espacio entre las
pastillas y la lona. |
Importante. en
todos los casos el tiempo de ventilación mínimo requerido es de
6 hs. a excepción de las estibas o mercadería bajo lona
impermeable, donde el período se amplia hasta las 72 hs.
Autor: Ing. Agr. Guillermo Romero
Departamento Técnico de Fugran CISA
Fuente: Revista Agromercado
(Suplemento Almacenaje en Origen) Año 2000.
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