SEGUROS AGRÍCOLAS  

 

Seguros agrícolas en Canadá

La agricultura canadiense en la economía nacional

La economía canadiense produjo un PBI de 607.700 millones de dólares en 1997, de los cuales aproximadamente un 3% corresponde al sector primario. El mismo tiene una población económicamente activa del 2,5% con respecto a la total, y produce el 12% de los intercambios totales de mercancías con el exterior.

Canadá es el segundo país más grande del mundo, su superficie total es de 997 millones de ha., de las cuales sólo el 5% es cultivable, mientras que el 7,6% corresponden a extensiones de agua dulce (lagos y cursos de agua). Esta abundancia de recursos hidrográficos ha contribuído de manera significativa al desarrollo del país, los lagos son los reguladores naturales de los cursos de agua, impidiendo el exceso de caudal en época de inundaciones y manteniendo los niveles en los períodos más secos.

Debido a la extensión y diversidad del relieve del país, se producen considerables variaciones climáticas regionales.

Producción primaria

La agricultura canadiense participa con el 2,2% del PBI.

Canadá posee abundantes recursos naturales, su crecimiento económico se ha basado en gran parte en la explotación de productos agrícolas (principalmente cereales) y en la explotación y exportación de recursos forestales y mineros.

Es característico el alto grado de mecanización y un gran tamaño en las explotaciones agrarias. El número de explotaciones asciende a 300.000 y su tamaño medio es de aproximadamente de 225 hectáreas.

Los granos y las semillas oleaginosas canadienses gozan de una excelente reputación en los mercados internacionales, donde se los reconoce por su alta calidad.

Los cereales representan el 77% de la producción agrícola total del país, el resultado se debe principalmente a la producción de trigo, responsable del 40%, mientras que la cebada y el maíz participan respectivamente con el 21% y 14%. A nivel mundial, Canadá es considerado el 5° productor de trigo, con el 4% de la producción total.

La semilla de colza representa el 7% de la producción total del sector oleaginoso canadiense y representa el 16% de la producción mundial. Un cultivo en importante crecimiento es la canola, cuya superficie cultivada se duplicó entre 1980 y 1996.

En los últimos veinte años, la superficie cultivada de soja se ha cuadruplicado y su producción es seis veces más grande. El 88% de la producción canadiense de soja proviene de Ontario.

La producción total de aceite vegetal de Canadá alcanzó 1,5 millones de toneladas, dentro de los cuales el aceite de canola representó el 83% y el de soja un 15%. Los aceites de lino, mostaza, girasol y maíz completan el resto.

El país produce el 41% de la semilla de lino a nivel mundial. Los principales mercados de exportación para este cultivo son la Unión Europea, los Estados Unidos y Japón.

El oeste de Canadá siempre se ha caracterizado por la producción de cultivos especiales. El aumento de la producción de cultivos no tradicionales se debe al incremento en la producción de lentejas y arvejas secas, con el 16 y 17% de la producción mundial respectivamente.

En relación a la producción ganadera, se destaca el ganado bovino y el porcino, más específicamente la crianza de vacas lecheras y cerdos de estabulación, también tiene importancia la producción de carne de ambos ganados.

Comercio exterior

El sector agropecuario de Canadá es exportador neto, con una balanza comercial de 4.675 millones de u$s.

En 1997 la proporción de exportaciones agropecuarias con respecto a las totales es del 7%, mientras que las importaciones representan el 5% de las totales.

En cuanto a la composición de las exportaciones, los cereales representan el 33% de las exportaciones agropecuarias, siendo el 2° exportador a nivel mundial de trigo, luego de EE UU, mientras que las oleaginosas constituyen el 9% de las exportaciones del sector.

Estados Unidos, Japón, el Reino Unido y Alemania son sus principales clientes y suministradores, destacándose la importancia del primer país, peso que deberá seguir aumentando junto con la integración comercial.

Reseña histórica

En 1939 se establece por medio de un acta (Prairie Farm Assistance Act) el auxilio a los productores del oeste canadiense debido a los desastres que se presentaron

Los pagos se basaron en un promedio del rendimiento de trigo en el municipio y los fondos eran financiados mediante un aporte obligatorio del 1% calculado sobre todos los granos vendidos por los productores.

El esquema entró en crisis debido varias causas, entre otras, la insuficiencia de los pagos, la limitación de su aplicación en el Oeste, y a la inequidad del sistema donde áreas con altos rendimientos y pocas pérdidas pagaban lo mismo y recibían menos beneficios que en áreas de más bajos y variables rendimientos.

A partir de esta experiencia los productores demandaron una política relacionada con la experiencia de pérdidas.

Se realizaron entonces, estudios sobre el seguro de cosechas en 1936, 1944 y 1956, los mismos se referían a los antecedentes de caídas de rendimientos, variabilidad de los rendimientos y escaso éxito del programa de seguro de cosecha en USA.

En 1956 la Comisión Real de la Provincia de Saskatchewan sobre Agricultura y Vida Rural recomendó un programa piloto de seguro de cosecha.

En 1959 el Parlamento Federal aprobó un acta de seguro de cosecha para asistir a las provincias y poner este tipo de seguro a disposición de los productores, en la cual se limitaba la cobertura del seguro al 60% del rendimiento promedio del área.

La primera provincia que inició un programa de seguro de cosecha fue Manitoba en 1960. Para 1975 las 10 provincias de Canadá tuvieron establecido su programa.

Según la Constitución Canadiense el seguro es una responsabilidad provincial, pero el gobierno federal está comprometido debido a que los gobiernos provinciales no están preparados para hacer el seguro de cosecha accesible y por carecer de recursos financieros para compensar las perdidas severas.

Hubo considerable discusión sobre si el programa debería ser obligatorio. El gobierno creyó que ello era conveniente pero no dictó esa medida.

En 1964 se reformó el acta del seguro de cosechas. Las provincias se resistían a expandir los programas porque tenían una gran responsabilidad financiera. La reforma incluyó el reaseguro, una cobertura que se incrementó hasta el 80% del promedio de producción de largo plazo y hubo una flexibilización al permitirse el uso de rendimientos individuales. El subsidio federal se incremento del 20 al 25% del total de las primas.

Las reformas de 1970 y 1973 incorporaron la responsabilidad por pérdidas resultantes de la imposibilidad de sembrar los cultivos. Asimismo se establecieron dos posibilidades para compartir los costos entre los gobiernos provincial y federal: 1) cada uno de ellos contribuye con el 25% del total de las primas y el 50% de los costos de administración provincial ó 2) el gobierno federal paga el 50% del total de costo de la prima si la provincia acuerda pagar todos los costos administrativos.

La reforma de 1990 liberaliza a un acuerdo particular entre cada gobierno provincial y el federal para determinar cómo se compartirán los costos de primas y administrativos. Por otro lado, se flexibiliza la determinación de los rendimientos y los precios unitarios y se incrementa la máxima cobertura a 90%. Se garantiza un fácil acceso de las cosechas y se provee compensación a los productores por los destrozos producidos por aves acuáticas migratorias.

Además se establecen regulaciones federales que otorgan más estabilidad a los acuerdos y más equidad entre cultivos y provincias. Las regulaciones también requieren que los precios de las primas sean certificados por un actuario independiente.

En 1991 el acta de seguro de cosecha pasa a formar parte del acta de protección del ingreso de las explotaciones rurales. (Farm Income Protection Act).

Sistema Actual

Actualmente existen en Canadá tres programas o herramientas básicas de administración de riesgos para el sector agropecuario, todas ellas desarrolladas y administradas por el gobierno, federal o provincial, caracterizadas por un elevado componente de subsidios: el seguro agrícola, el Programa de Estabilización del Ingreso Neto (NISA) y los nuevos programas de asistencia para desastres (AIDA).

En los últimos años el gobierno de Canadá ha establecido ciertos parámetros esenciales referidos a las políticas y/o programas de administración de riesgos para el sector agropecuario:

  • Se intenta eliminar los programas de asistencia ad hoc, reemplazándolos por programas de mayor continuidad.
  • Todos los programas son voluntarios y están diseñados en base a la información y producción real del productor individual.
  • Se están eliminando los programas relacionados con productos específicos, a favor de otros que computan los ingresos totales de la explotación.

El seguro de cosecha estabiliza el ingreso de los productores minimizando los efectos económicos de las pérdidas de cosecha causadas por fenómenos climáticos adversos.

En 1998, la superficie total asegurada era de 19.000.000 de hectáreas, equivalente al 53.6% de la superficie agrícola total y al 50% de los productores. La suma total asegurada asciende a $5.300 millones. 

El programa NISA es un programa voluntario diseñado para la estabilización de largo plazo de los ingresos de cada productor individual, otorgándoles la posibilidad de depositar anualmente dinero en su cuenta NISA e incrementarlos a través de una contribución igual del gobierno, como así también de una tasa de interés diferencial. De esta forma, en años de bajos ingresos, los productores pueden efectuar retiros de los fondos que han ahorrado e incrementado.

Características operativas del programa

Seguro agrícola

El seguro de cosecha protege contra pérdidas debidas a acontecimientos naturales tales como sequía, inundación, granizo, helada, excesiva humedad e insectos. La cobertura se extiende a todos los cultivos de importancia comercial, los cuales varían por provincia.

Los costos del seguro son compartidos de manera tripartita: Gobierno federal, provincial y agricultor. La administración es provincial, mientras que el costo de la prima es compartido por el productor con el gobierno federal y provincial.

Se garantiza entre 70 y 80% del rendimiento promedio histórico del productor. La indemnización tiene lugar si el rendimiento obtenido es menor que el garantizado, en cuyo caso se paga la producción perdida, valuada al precio de mercado.

El acceso es voluntario e individual, estando disponible para los principales cultivos comerciales.

Rol del Gobierno Federal:

  • Establece normas de carácter nacional: Certifica los rendimientos probables y actuariales, examina los valores asegurados, verifica si los fondos provinciales son autosuficientes.

  • Facilita el desarrollo y/o modificación de los planes de seguros provinciales.

  • Toma el liderazgo en la preparación de acuerdos bilaterales entre los gobiernos provinciales y el federal.

  • Comparte los costos.

  • Participa del reaseguro.

Rol de los Gobiernos Provinciales:

  • Desarrolla programas y administra: ventas, control de perdidas, cobro de primas y pago de indemnizaciones.

  • Asegura que el programa sea autosustentable.

  • Determina los niveles de primas y los rendimientos promedios individuales, para cada cultivo y zona.

  • Trata las apelaciones de los agricultores.

  • Comparte los costos.

  • Participa del reaseguro.

El gobierno federal realiza acuerdos de reaseguro con los gobiernos provinciales, como un medio para compartir aquellas pérdidas severas que provocan indemnizaciones superiores a las reservas de primas acumuladas en los programas de seguro de cosecha. Los pagos del fondo de reaseguro tienen lugar cuando las indemnizaciones exceden las reservas provinciales de primas con una deducción igual a 2,5% del total de coberturas.

Cada año, una parte del total de primas (0%-17%) son contribuidas al fondo de reaseguro y es compartida en una relación 75% - 25% entre el gobierno federal y el provincial.

En este momento cinco provincias tienen acuerdos de reaseguro con el gobierno federal: Alberta, Saskatchewan, Manitoba, New Brunswick y Nova Scotia

La participación del gobierno federal en el seguro de cosecha, para la campaña 1997/1998 y para todo el país fue de U$S 114.712.113 equivalente al 30% del total de primas y de U$S 26.647.581 que equivale aproximadamente al 50% del total de gastos administrativos.

Programa de Estabilización de los Ingresos Netos (NISA)

El NISA es un programa voluntario diseñado para ayudar a los productores a estabilizar su renta agropecuaria, en el cual participan los productores, el gobierno Federal y los gobiernos Provinciales.

La administración de este programa se inició en 1991 y posteriormente fue modificándose, para redefinir metas estratégicas. En 1995/96 el NISA alcanzó los 126.000 participantes, sobre un total de 250.000 productores agropecuarios.

Las actividades productivas que participan de este programa varían en las distintas provincias, si bien la mayoría de los commodities (granos, oleaginosas y cultivos especiales) se encuentran incluidos. Entre los productos excluidos de este programa se encuentran la producción de leche, huevos y pollos.

Los agentes que pueden participar en el NISA son:

  • Los productores agropecuarios que tributen el impuesto a la renta por su producción

  • Las corporaciones, cooperativas u organizaciones comunales que tributen el impuesto a la renta por su producción

  • Los indígenas que mantienen sus explotaciones en reservas y que no tributen impuestos.

Los productores que adhieren al sistema, depositan el 3% de sus ventas netas anuales en su cuenta NISA, en alguna de las entidades financieras autorizadas, por la cual reciben una contribución de la misma magnitud de los gobiernos federales y provinciales. Las ventas netas anuales están limitadas a $250.000 por productor individual.

Los depósitos del productor ganan una tasa de interés de 3% por encima de la tasa de mercado, solventada por el gobierno federal (2%) y por los gobiernos provinciales (1%).

Algunas provincias han decidido aumentar el porcentaje de las ventas netas que el productor puede depositar en la cuenta NISA, por lo cual el productor tiene la opción de depositar hasta el 20% de sus ventas netas. Estos depósitos no son correspondidos por el gobierno, sin embargo, ganan la tasa de interés del 3% por encima de la tasa normal del mercado.

Todos los participantes del Programa NISA pagan una porción de los costos administrativos inherentes al mismo, la cual es igual a $55 anuales por productor. Las empresas, cooperativas y organizaciones comunales pagan un adicional de $10 por cada participante o miembro de la misma.

No se permite ningún otro depósito a partir de que la cuenta individual alcance un techo de 1,5 veces las ventas netas promedio de los últimos 5 años.

El productor puede retirar la suma acumulada en su cuenta cuando:

  • El margen bruto de la explotación cae por debajo del margen bruto promedio de los últimos 5 años de la misma explotación, ó

  • Si la renta neta total del productor cae por debajo de $10.000.

Al ser un programa voluntario cualquier depositante se puede retirar de él y en esa circunstancia recuperar el dinero de una vez o en cuotas durante cinco años.

Excepcionalmente, la cuenta puede cerrarse en forma obligatoria, en caso de que el productor no declare su ingreso anual o entregue información equivocada.

Este sistema sirve como control fiscal para el gobierno, ya que los productores deben presentar copias de su rendición fiscal una vez al año. Por otra parte, la adhesión al sistema sirve como aval ante las entidades bancarias privadas.

Programa de ayuda contra el desastre

A partir del año fiscal 1998 está en vigencia el programa Agricultural Income Disaster Asistence (AIDA). El gobierno federal administra este programa en las provincias de Manitoba, Saskatchewan, Newfondland y Nova Scotia, mientras que en todas las otras provincias es el gobierno provincial quien administra.

Este programa fue diseñado para amortiguar reducciones extremas del ingreso de los productores, por causas ajenas a su control. Los fondos para este programa son aportados en un 60% por el gobierno federal y un 40% por los gobiernos provinciales. Estos fondos, disponibles para los años fiscales 1998 y 1999, ascienden a 900 millones de dólares canadienses aportados por el gobierno federal y 1,5 billones de dólares canadienses aportados por la totalidad de los gobiernos provinciales. 

Este programa está disponible para todo aquel que tribute impuestos a la renta como productor, y cuyo margen bruto de la explotación haya caído por debajo del 70% del margen bruto promedio de los tres años precedentes. Si el margen bruto del año que hace el reclamo es negativo, sólo se cubrirá la porción positiva del mismo.

El pago máximo de este programa es de U$S 175.000 por productor individual o dicha suma por el número de accionistas (cinco como máximo) de una corporación o cooperativa.

Para participar en este programa no se requiere la participación en el programa NISA. Sin embargo, de los pagos que el productor reciba por el AIDA, se deduce una suma equivalente a la contribución gubernamental a la cuenta NISA (3% de las ventas netas del Productor), ya sea que el productor participe o no en el programa NISA.

Por otra parte, en Canadá existe una organización del gobierno federal que depende del Ministerio de Defensa, Emergency Preparedness Canada (EPC) que maneja las emergencias nacionales.

A través de este organismo se atienden distintas clases de emergencias: Public Welfare Emergencies (severos desastres naturales o grandes accidentes que afectan el bienestar público), Public Order Emergencies (amenazas a la seguridad de Canadá, International Emergencies (derivada de actos que atentan contra la soberanía, seguridad o integridad territorial de Canadá) y War Emergencies (conflictos armados reales o inminentes que afecten a Canadá o a sus Aliados).

La Public Welfare Emergency es la más relacionada con el sector agropecuario ya que es la que atiende las pérdidas causadas por incendio, inundación, sequía, terremoto u otro fenómeno natural, enfermedad en la especie humana, animal o vegetal, accidente o contaminación que resulta o puede resultar peligroso para la vida o la propiedad, desorganización social, corte en el flujo de productos esenciales, servicios o recursos, tan serios que se considera una emergencia nacional.

Mientras que la declaración de emergencia tiene efecto el gobierno puede dictar regulaciones sobre los siguientes temas:

  • Regular la distribución y disponibilidad de productos esenciales, servicios y recursos.

  • Autorizar y realizar pagos de emergencia.

  • Cuantificar los daños de los establecimientos y empresas y repararlos, reemplazarlos o restaurarlos.

  • Cuantificar los daños del medio ambiente y eliminarlos o aliviarlos.

Otros artículos de interés
¿Que son los seguros agropecuarios?
Glosario de términos en seguros agropecuarios
Seguros agrícolas en España

Seguros agrícolas en Francia

Seguros agrícolas ofrecidos por las compañías aseguradoras
Seguros Agrícolas

 
 

Agrobit.com  | E-mail: agrobit@agrobit.comTérminos y Condiciones Generales.
Legales: Los datos contenidos en este web corresponden a material elaborado por Agrobit.com a partir de otras fuentes y tienen como único fin, brindar información a quienes visiten este web. Agrobit.com no se responsabiliza por la exactitud e integridad de la información aquí publicada y deslinda cualquier responsabilidad sobre las opiniones aquí vertidas. Quien accede a este sitio acepta que los errores u omisiones no podrán utilizarse para realizar demandas o reclamos por vía legal. La información publicada en este web no debe servir como base para decisiones de inversión. Las marcas mencionadas son marcas registradas de sus respectivas empresas.