SEGUROS AGRÍCOLAS  

 

Los seguros en el mundo

Introducción

El conocimiento de las experiencias históricas de los seguros en diversos países y de los sistemas de coberturas que se aplican en el mundo, constituye una herramienta indispensable para analizar como mejorar la cobertura de pérdidas en la producción y morigerar la tasa de variación de los ingresos de los productores agropecuarios argentinos.

Con ese fin se realizaron estudios de los seguros agropecuarios en diversos países, seleccionando aquellos que, por la importancia de su producción agropecuaria en el producto nacional, por el peso relativo en la economía del país de algún producto (monocultivos exportables), por los antecedentes y el nivel de desarrollo del seguro agropecuario, justificaron su análisis.

Para el resto de los países, se relevaron las características generales, sin pormenorizar en las mismas, a efectos de detectar si era de interés seguir profundizando su tratamiento en el futuro.

La focalización se centró exclusivamente en aquellos puntos que permitiesen construir escenarios alternativos de desarrollo de coberturas (Seguros y Emergencia) para la Argentina, donde sin duda las experiencias internacionales sólo actúan como datos indicativos o alertas tempranas a diversos problemas, siendo el elemento más importante la estructura productiva del sector agropecuario argentino.

Los países estudiados son Estados Unidos, Canadá, México, España, Francia, Brasil, Venezuela, Panamá, Colombia, Chile, Cuba, Alemania, Reino Unido, India, Japón, Australia y Sudáfrica.

En este documento se resumen los principales aspectos de los sistemas de seguros de los cinco países mencionados en primer lugar.

Estos aspectos son:

- Contexto del sector agropecuario: importancia del sector agropecuario en la economía del país, principales producciones y características fundamentales, caracterización de los productores agropecuarios, comercio exterior.

- Antecedentes del Seguro Agropecuario: Historia de la formación de los seguros y sus modificaciones.

- Características del sistema actual de seguros agropecuarios:

  • Participación de compañías privadas y públicas,

  • Intervención del Estado, Sistemas de Reaseguro,

  • Tamaño del mercado del seguros, número de productores asegurados, superficie asegurada y magnitud de primas,

  • Producciones con cobertura, riesgos cubiertos, montos asegurados,

  • Nivel de obligatoriedad,

  • Generación de la Información

- Relaciones entre seguros y catástrofes agropecuarias: Funcionamiento de las Leyes de Emergencia

- Costos públicos del sistema . Aspectos Impositivos.

Conclusiones del análisis comparado

Los riesgos que enfrenta el sector agropecuario en todos los países del mundo, se caracterizan en gran medida por la naturaleza incontrolable de los mismos.

La necesidad de disminuir el impacto de las adversidades comerciales y productivas ha llevado a los gobiernos y al sector privado, a aplicar estrategias de intervención, cuyo alcance depende del nivel de desarrollo económico de cada país.

El panorama mundial presenta mecanismos estabilizadores que apuntan a los ingresos afectados por variaciones de precios de los productos, al recupero de las pérdidas de producción ocasionadas por fenómenos naturales y a la reconstitución de la capacidad productiva.

En este espectro amplio de coberturas, se observa que los países más desarrollados tienen sistemas de garantías con fuerte intervención de los gobiernos que actúan relacionados estrechamente con el sector privado. El Estado subsidia fuertemente los costos que los seguros representan para los productores y amplía los montos asegurables acercándose a valores próximos a los de producción. 

Cubre además, los riesgos no asegurables por el sector privado. En esos países, es usual el uso de fondos para la estabilización de ingresos netos, cuyo objetivo es asegurar un piso de rentabilidad.

En el otro extremo, están los pises que, con un sector agropecuario importante, no han logrado desarrollar un sistema de garantías públicas y privadas acorde con la relevancia del sector. Las causas se encuentran básicamente en la inestabilidad de la economía por largos períodos y a la escasez de recursos públicos. En estos países, las leyes que regulan las emergencias y catástrofes no interactúan con las compañías aseguradoras, disocian la administración y la información. 

Las compañías en general aseguran riesgos específicos que no cubren la totalidad de las exposiciones del productor y que no constituye incentivos suficientes para el mismo adhiera al sistema.

En otra categoría en el nivel de desarrollo de coberturas, se encuentran aquellos países que siendo mono productores de algún cultivo exportable (azúcar, tabaco, café, arroz, etc) han desarrollado seguros específicos para el mismo, con el objetivo de garantizar el financiamiento y la continuidad de la producción. 

Generalmente, la base productiva se conforma con pequeños y medianos productores, con altos niveles de riesgo, en particular, por la falta de diversificación y los fenómenos naturales a los que están expuestos. Los gobiernos tienen particular interés por mantener el nivel de exportaciones y este constituye el principal objetivo de las garantías ofrecidas.

En todos los países es una preocupación diferenciar los riesgos asegurables y los no asegurables. Esto es elemental para definir el campo de la acción privada y la acción pública. Sin perjuicio de que los gobiernos se hagan cargo de los riesgos catastróficos, también deben actuar desde las cuentas públicas, incentivando con subsidios a ampliar el número de productores asegurados por las compañías privadas. 

Estos subsidios pueden adoptar distintas formas, lo más usual es que sean un porcentaje de la prima, la cobertura de los gastos administrativos incluidos en el costo de la prima, y el reaseguro a través de fondos.

El sector público tiende a aplicar incentivos fuertes para la toma de los seguros de cosecha, que garantizan los rendimientos esperados. Estos sistemas han tenido un éxito relativo, en el sentido en que los beneficios se han logrado a costos muy elevados, y muchos países no han logrado mantenerlos a través del tiempo, debido a presupuestos insuficientes que no han podido cubrir las pérdidas.

comparativamente los programas que se basan en limitar los montos asegurables y los riesgos cubiertos son más manejables y requieren menor cantidad de fondos.

Entre ambos sistemas, la diferencia es la amplitud de la cobertura ofrecida a los productores y la magnitud de recursos disponibles que el conjunto de la sociedad está dispuesto a asignar al sector primario.

Cualquier estrategia de intervención, además de las consideraciones respecto a la eficiencia de las garantías, debe tener en cuenta algunos criterios generales que surgen de la experiencia en la materia, entre las más relevantes:

Precisar si el objetivo es garantizar la producción o la continuidad de los productores.

Debe propender a que los productores adopten todas las medidas tecnológicas y económicas disponibles para evitar las pérdidas. Las garantías no pueden reemplazar las acciones de esta naturaleza que están bajo la responsabilidad privada del productor.

La falta de independencia de los gobiernos a las presiones políticas: la incapacidad de los gobiernos de establecer primas justas y de realzar tasaciones de pérdidas imparciales, lleva a considerar que aún en sistemas de coberturas que cuentan con la participación de los Estados, la administración y evaluación de las garantías debe ser asumida por el sector privado con criterios de viabilidad financiera.

La existencia de seguros no garantiza la solvencia financiera de los productores y por lo tanto, no es aconsejable que los seguros sean requisitos para la obtención de créditos bancarios. La cobrabilidad de las instituciones de crédito no han mejorado con la introducción del seguro. Mientras que la selección y la gestión de la cartera de crédito no esté basada en la solvencia del prestatario y la rentabilidad de la empresa agrícola, no se evitan los problemas del cobro. 

Por otro lado, el seguro no ha impulsado a una mayor participación de los prestamistas del sector privado a estar más dispuestos a prestar a las empresas marginales con seguro o sin él.

Los fondos para catástrofes, emergencias o equivalentes, no pueden constituirse con el aporte de los que participan en el mercado de seguros exclusivamente. En consecuencia, los Estados deben tener presupuestos especiales para completarlos.

En producciones basadas en pequeños agricultores, debe tenerse en cuenta que el riesgo depende básicamente de las variaciones de precios, de allí que, si el objetivo es lograr estabilizar los ingresos de ese sector, los seguros de rendimiento son un instrumento insuficiente. Las garantías que se pueden ofrecer a ese estrato, dependen del sector público ya que hay un umbral de asegurabilidad para los seguros privados, esto significa que no es de interés de las compañías asegurar empresas agrícolas con inversiones en las explotaciones inferiores a cierto nivel mínimo.

Desarrollar la información necesaria. Todos los países con programas viables han tenido incluso que llegar a la historia productiva de la explotación. La disponibilidad de los datos meteorológicos correspondientes a un largo período es sólo una parte de la base de datos necesarios para la fijación de primas e indemnizaciones. 

La información que vincula los acontecimientos climáticos desfavorables y la reducción de la producción agrícola es la parte sustantiva para seguros. El nivel de ajuste de primas y deducciones, dependerá de la historia de siniestralidad.

Contemplar los períodos de transición: es importante partir de planes modestos y cuidadosos hasta formar un fondo suficiente. Si el alcance es reducido, podrán también ser reducidas las reservas necesarias que se deben disponer desde el inicio del plan.

Otras conclusiones de índole técnica, que se infiere de los países que aplican seguros de cosecha es disminuir las pérdidas del sistema, esto llevado a tener muy en cuenta los siguientes aspectos:

Evitar los desequilibrios de cartera: la cartera de cultivos debe constituírse con producciones cuyos coeficientes de pérdida sean independientes entre sí o que se encuentren inversamente relacionados.

Una cartera equilibrada se compone de tres elementos importantes: la prima de cada uno de los elementos que la componen debe ser suficiente para pagar el promedio de las variaciones en torno a la media durante un período de años, los elementos deben guardar una relación inversa en sus actuaciones respectivas, de tal manera que las pérdidas de unos sean contrarrestadas por los beneficios de la otra, y los pesos relativos de una cartera deben ser equilibrados, en forma tal que la pérdida de un elemento no perjudique toda la cartera.

Las primas justas: las primas técnicas deben calcularse lo más ajustadamente posible y con una base de información lo más detallada posible. Esto evita porcentajes de pérdidas insostenibles derivados de procesos de antiselección donde los productores con mayores riesgos son los más beneficiados con las primas bajas y la reticencia de los reaseguradores internacionales hacia sistemas sin rigurosidad técnica.

Evitar los costos excesivos: hay sistemas de seguros cuyos gastos administrativos son tan altos que requieren una subvención especial para los mismos.

Fuente: SAGPyA (Oficina de riesgos agropecuarios)

Otros artículos de interés
¿Que son los seguros agropecuarios?
Glosario de términos en seguros agropecuarios
Seguros agrícolas en España

Seguros agrícolas en Francia

Seguros Agrícolas en Canadá

Seguros agrícolas ofrecidos por las compañías aseguradoras

Seguros Agrícolas

 
 

Agrobit.com  | E-mail: agrobit@agrobit.comTérminos y Condiciones Generales.
Legales: Los datos contenidos en este web corresponden a material elaborado por Agrobit.com a partir de otras fuentes y tienen como único fin, brindar información a quienes visiten este web. Agrobit.com no se responsabiliza por la exactitud e integridad de la información aquí publicada y deslinda cualquier responsabilidad sobre las opiniones aquí vertidas. Quien accede a este sitio acepta que los errores u omisiones no podrán utilizarse para realizar demandas o reclamos por vía legal. La información publicada en este web no debe servir como base para decisiones de inversión. Las marcas mencionadas son marcas registradas de sus respectivas empresas.