AGRICULTURA  

 

La protección superficial del suelo: Alternativas para mejorar la economía del agua

Históricamente los sistemas de labranza tendieron a dejar superficies limpias de rastrojo, a los fines de asegurar una buena germinación y establecimiento del cultivo, a la vez que para realizar un control de las malezas. Por otra parte el diseño  de los sistemas de siembra se adaptaba a este tipo de preparación de las sementeras.

En la actualidad existe una gran variedad de herbicidas que permiten alternativas de control de malezas, por lo que la labranza ha dejado de ser esencial para este objetivo, en el mismo sentido, ha habido un fuerte desarrollo de trenes de siembra adaptados al trabajo en condiciones de alta rugosidad y presencia de rastrojo.

Alternativas para la protección superficial del suelo:

Terrones más resistentes: La forma de generar resistencia de los terrones del suelo es a través de la adición permanente de materia orgánica. En los campos de producción mixta, con rotaciones de pasturas, estos logran el objetivo, en especial cuando incluyen gramíneas entre las especies forrajeras. Es bien conocido por los productores la mejora en la productividad de los cultivos que salen de pasturas.

En sistemas de producción agrícola puros, las alternativas están limitadas a la adición permanente de restos importantes de materia orgánica. En las rotaciones que incluyen gramíneas (sorgo o maíz) y leguminosas (soja o maní), la primera estaría realizando el aporte de material necesario para lograr estabilizar los terrones. En las secuencias basadas solo en leguminosas, la posibilidad de aportes importantes es prácticamente nula, ya que el volumen de residuos es muy bajo. En los campos de producción mixta, pero con la base forrajera asentada en el pastoreo de los restos de cosecha, la situación es similar a la última, ya que una parte del residuo (por lo general de sorgo o maíz), también es cosechado por el animal.

Terrones más grandes: El grado de refinamiento de las camas de siembra es el otro modo de reducir el efecto del agua y del viento. En este sentido la preparación del suelo debería tender a mantener terrones más grandes en superficie, dejándolos más finos en el lugar donde va la semilla. El tamaño estará en función del grado de debilidad de las estructuras: cuando mayor, más grandes deberán ser los terrones.

Residuos sobre el suelo: Los principios de labranza reducida o bajo cubierta, se conocen desde hace tiempo y su grado de adopción se ha limitado por las dificultades en la siembra y en el control de las malezas. A pesar de ello hoy es posible lograr adecuadas sementeras debido al desarrollo de sembradoras especiales para siembra directa, o con adaptaciones más o menos costosas de las sembradoras convencionales.

La provisión de residuos también esta muy vinculado al tipo de rotación utilizada. En este sentido es imprescindible la presencia de gramíneas, y sistema de laboreo que no inviertan totalmente el pan   de tierra.

Es importante también considerar la distribución del residuo hecha por las cosechadoras. En este aspecto tanto la uniformidad, el grado de trozado o desmenuzamiento son dos aspectos claves en la duración del residuo sobre el suelo: cuando más trozado e incorporado este, más rápida será su descomposición. 

Asociación de cultivos: La intercalación de cultivos en el mismo lote es una técnica utilizada con éxito por los productores de la región, y consiste en la intercalación de fajas (cortando la pendiente) de cultivos que se siembran bien entrada la temporada de lluvias (tales como maní o soja), con otros de siembra más temprana y alta producción de rastrojos ( maíz o sorgo), los que se alternan de año en año.

De este modo la franja con cultivo tardío esta protegida por el rastrojo del cultivo anterior, mientras que la faja restante esta protegida con el cultivo precoz ya crecido. 

Densidad y modelos de siembra: Los cambios en la densidad de siembra tienen como principal objetivo mejorar con la captación de la luz y del agua. Esto se logra reduciendo el tiempo en que toda la parte aérea del cultivo esta interceptando la luz, y la subterránea ocupando un volumen de suelo.

Además de estas ventajas, la reducción del tiempo en que el suelo permanece desnudo es una gran ventaja para reducir las gotas de lluvia, generadoras de escurrimiento.

Obviamente estas formas de siembra requieren un ajuste preciso de las sembradoras y del control de las malezas, ya que luego de instalados, no es posible realizar repasos, escardilladas o aplicaciones terrestres.  

Fuente: U.N.R.C

Otros artículos de interés
Análisis de Suelos y Tejidos de Plantas

Recuperación de Campos Inundados y Cañadas

La degradación de los suelos maniseros 

 
 

Agrobit.com  | E-mail: agrobit@agrobit.comTérminos y Condiciones Generales.
Legales: Los datos contenidos en este web corresponden a material elaborado por Agrobit.com a partir de otras fuentes y tienen como único fin, brindar información a quienes visiten este web. Agrobit.com no se responsabiliza por la exactitud e integridad de la información aquí publicada y deslinda cualquier responsabilidad sobre las opiniones aquí vertidas. Quien accede a este sitio acepta que los errores u omisiones no podrán utilizarse para realizar demandas o reclamos por vía legal. La información publicada en este web no debe servir como base para decisiones de inversión. Las marcas mencionadas son marcas registradas de sus respectivas empresas.