Insectos en sorgo
El control de los
insectos debe realizarse mediante un manejo integrado de plagas,
que comprende el uso de insecticidas, cultivares resistentes, métodos
culturales (fecha de siembra, rotaciones, manejo de residuos de
coscha, etc), control biológico (parásitos y predadores), y la
verificación de poblaciones de plagas y daño causado.
Estos medios no son excluyentes entre sí, sino que se
complementan.
El
sorgo, como otros cultivos, es atacado durante su crecimiento y
desarrollo por insectos y otras plagas secundarias y
ocasionales. Entre las principales, por el daño importante que
causan, se mencionan la mosquita del sorgo, pulgones y
barrenador del tallo o Diatraea.
Mosquita
del sorgo
Es considerada como el principal enemigo del cultivo, al que
ataca durante la floración, causando pérdidas cercanas
al 100% si no se lo controla oportunamente.
La mosquita es de color anaranjado, pone sus huevos en las
flores y sus larvas se alimentan del grano en formación,
impidiendo su desarrollo
y causando la pérdida de éste.
La mosquita tiene un ciclo de vida de 16 días; todas sus etapas
transcurren de manera oculta dentro de las flores del sorgo, a
excepción del estado adulto, que es cuando se la visualiza,
debiéndose efectuar el control químico.
Se recomienda iniciarlo cuando un 20 a 30% de las panojas está
en floración y se observa una mosquita por panoja. A veces, es
necesario efectuar tratamientos adicionales, si aún el cultivo
está en floración y se observan mosquitas sobre las
panojas.
El
lote debe revisarse cerca del mediodía, momento de mayor
actividad de las mosquitas, y efectuar el tratamiento en forma
inmediata de ser necesario.
Las siembras tempranas, dentro de las fechas recomendadas,
contribuyen a reducir la
incidencia de esta plaga.
en los comercios existe un importante número de insecticidas
efectivos para su control. Algunos de los más usados son a base
de piretroides.
Pulgones
Varias son las especies de pulgones que afectan al sorgo. El que
más daño produce en el cultivo es el pulgón verde de los
cereales.
Si el ataque ocurre poco después de la siembra puede llegar a
producir graves daños por muerte de plántulas.
Sin embargo los ataques más frecuentes se observan en época
cercana a floración o estado de grano lechoso, afectando su
llenado y debilitando la caña con el consiguiente pérdida de
peso y predisposición al vuelco de la planta.
Es importante tomar la precaución de revisar el lote para
detectar la presencia del pulgón en el cultivo antes que
ocasione daño.
Se deben revisar las hojas inferiores de la planta, en cuyo
envés pueden observarse pequeñas colonias de pulgones de color
verde claro.
En caso de mantenerse por un período continuado condiciones de
calor y sequía, puede producirse una infestación rápida y
generalizada del lote, debiendo recurrirse rápidamente al
control químico.
El manejo integrado de esta plaga, es entonces, el medio más
idóneo, sostenible y eficiente para reducir el daño económico
producido por ella.
Es decir, la aplicación en forma integrada del control
genético, biológico y químico. En este último caso, a
través del uso de insecticidas específicos a la plaga,
aplicados en las dosis apropiadas y en el momento oportuno, para
maximizar el control del pulgón sin afectar la fauna de
insectos benéficos que realizan el control biológico.
Barrenador del tallo
Esta plaga puede ocasionar importantes pérdidas, principalmente
en siembras tardías. Las mariposas oviponen sobre el envés de
las hojas y las larvas, que se alimentan primero del tejido de
las hojas, perforan luego los tallos, introduciéndose en su
interior y haciendo galerías.
Como consecuencia, las plantas o las panojas se quiebran antes o
durante la cosecha.
Dada la ubicación del insecto dentro del tallo, los métodos químicos
de control son poco efectivos, por lo que para disminuir la
incidencia de la Diatraea se recomienda el uso de algunas prácticas
culturales, tales como la rotación del cultivo.
Otras plagas de menor importancia que afectan a este cultivo
son: el gusano cogollero, la chinche verde, el estilo moteado,
el pulgón de la panoja y las isocas cortadoras.
Fuente:
Manual del Cultivo de Sorgo, Cargill.