Enfermedades:
Mancha "ojo de rana"
La mancha ojo de rana (MOR) es una
enfermedad fúngica de la soja, reportada por primera vez en la
zona centro del país en 1983, y en la zona norte en la campaña
1997/98, en ambos casos sin ocasionar daños importantes. A nivel
mundial su distribución es amplia, pero es más importante en las
regiones cálidas y húmedas. Fue citada por primera vez en Japón
en 1915.
Durante la última campaña (1999/2000) se han observado
lotes severamente afectados en la provincia de Tucumán, como así
también en las de Salta, Catamarca y Santiago del Estero. En
Pergamino, Totoras y San Genaro fue posible observar lotes con
hojas mostrando síntomas.
Las pérdidas que produce esta enfermedad son variables; pueden
llegar al 100 por ciento, según el cultivar y el momento de
infección. Se estimaron pérdidas en algunas localidades de Tucumán
superiores al 40 por ciento, debido a la reducción de la
capacidad fotosintética de la planta y defoliación prematura.
Síntomas
La mancha ojo de rana es principalmente una enfermedad foliar,
pero puede presentar síntomas además en tallos, vainas y
semillas.
Las lesiones son en su inicio pequeñas manchas angulares o
circulares, de color castaño rojizo, presentes sólo en la cara
superior de la hoja.
A medida que las lesiones avanzan, el centro de las manchas se
torna de color castaño más claro quedando rodeadas de un halo
castaño más oscuro. Estas lesiones tienen un tamaño de uno a
cinco milímetros. Cuando se presenta un gran número de lesiones,
las plantas pueden perder las hojas prematuramente.
En la cara inferior de las hojas es posible observar con ayuda de
una lupa gran cantidad de fructificaciones del hongo: conidióforos
y conidios de color negro.
Los primeros síntomas en hojas se observan generalmente en
floración, mientras que las lesiones en tallos y vainas aparecen
al final del período de fructificación, como manchas alargadas
deprimidas, castaño oscuras en los bordes, y más claras en el
centro. Las semillas presentan su tegumento con rajaduras y manchas de
color pardo claro.
Organismo causal
Cercospora sojina Hara, Sinónimo: Cercospora daizu Miura.
Cercospora sojina produce conidióforos marrón claro a oscuro,
septados con una a cuatro septas. Las conidias puede tener hasta
10 septos y son hialinas elongadas a fusiformes.
Es un patógeno que presenta razas, habiéndose descripto 12 razas
en Estados Unidos y 22 en Brasil. El patógeno sobrevive en
semilla y restos de plantas afectadas.
Una vez sembrada la semilla se infecta la planta y en algunos días
se produce la fructificación. Así las esporas se diseminarán
por el viento al resto del lote, y ocurre una infección
secundaria. Es una enfermedad policíclica con varios ciclos
de infección durante la campaña. Necesita tiempo cálido (25 a
35 grados centígrados) y húmedo, lluvias abundantes y rocío.
Manejo
Uso de variedades resistentes: Es la principal medida de
control pero se debe recordar que este patógeno presenta razas y
las variedades con el tiempo pueden cambiar su reacción.
El Inta de Famaillá (Zelarrayan, E.; Comunicación personal)
evaluó 50 cultivares y 117 líneas experimentales de los grupos
de madurez III al X en campos altamente infectados y con
condiciones ambientales favorables para la enfermedad.
En dichas evaluaciones se han identificado como resistentes a
campo los cultivares: Pioneer 93B51, Pioneer 94B41; Asgrow 5818 RG;
Asgrow 8000 RG; Asgrow 8100 RG; Asgrow 9000 RG; FT 2002; FT 2000;
MSoy 8080 RG; Msoy 8888 RG; Las Lajitas Inta; Don Isidro Inta;
Shulka; Huayra; GR 80; y Asgrow 7986.
Como moderadamente resistentes se identificaron: PI 9492 RG; PI
93B34; Asgrow 4456 RG; Asgrow 5901 RG; Asgrow 5902 RG; Asgrow 5634
RG; Asgrow 5409 RG; Asgrow 5409; Mercurio; Platino; FT Cristalina
RG; TJ 2053; Asgrow 6001 RG, Asgrow 6401 RG; HM 157 RG; Virginia
572 RG; Mercedes 70 RG; Rosario 65 RG; María 55 RG; MAX 841 INTA;
Sofía INTA; y TJ 2070.
Tratar las semillas con fungicidas: De esta manera, se
evita la introducción del hongo en lotes libres de esta
enfermedad y, en el caso de estar presente, se evita la introducción
de una nueva raza.
En Brasil, los curasemillas con mejor control son tiabendazol y
thiram.
Aplicaciones foliares: A nivel mundial los fungicidas
benomil y tiabendazol aplicados en R2 y R5 han proporcionado
buenos controles.
En Famaillá, con un fungicida basado en carbendazim aplicado al
follaje de un cultivar altamente susceptible en diferentes
momentos y dosis, se identificó como la mejor alternativa de
control el uso de 125 gramos de ingrediente activo por hectárea,
a principios de floración (R2), y elongación de vainas (R4).
Este tratamiento produjo un 70 por ciento de incremento respecto
del testigo sin fungicida.
Rotaciones: La rotación con gramíneas estivales por dos
años, es efectiva en la reducción de inóculo.
Información preparada por la ingeniera agrónoma Silvia de
Vallone, área Mejoramiento Genético Vegetal, Inta Marcos Juárez.
Inta Marcos Juárez
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