AGRICULTURA  

 

Campaña 2001/2002: Consideraciones técnicas 

La estrategia de cultivo de soja comprende una serie de variables que interactúan entre sí como la fecha de siembra, el espaciamiento, la elección de las variedades y el grupo de madurez. En tanto, el ambiente, factor que condiciona los rendimientos, está definido por el tipo de suelo, por la susceptibilidad a la erosión y por los factores de manejo, como la longitud de los barbechos y los antecesores. Por esto, al definir la estrategia del cultivo de la soja, hay que considerar una vasta lista de variables. 

Los grupos de madurez 

Los grupos cortos (por ejemplo, III y IV) son menos sensibles al fotoperíodo y más a la temperatura. Sembrados en bajas latitudes (norte), florecen rápidamente y no ocupan la totalidad de la estación. Sembrados al sur, con menos temperatura, alargan su ciclo y ocupan la totalidad de la estación de crecimiento, que es igualmente más reducida que hacia el norte. Su crecimiento es indeterminado, es decir, superponen crecimiento vegetativo y desarrollo reproductivo. 

Los grupos largos (por ejemplo, V y VI) son de crecimiento determinado, pues este cesa al inducirse a floración y son más sensibles al fotoperíodo. En altas latitudes pueden no florecer, por lo que son indicados hacia el norte, donde abarcan la totalidad de la estación.

Grupos de madurez y ambiente 

La respuesta del cultivo en función de la relación entre los distintos grupos de madurez y las condiciones del ambiente, se explica a continuación: si la siembra se realiza en noviembre, los grupos más cortos -en la región norte de Buenos Aires, principalmente el grupo IV- definen un período vegetativo que llega aproximadamente hasta fines de diciembre, y un período reproductivo que se extiende hasta mediados de marzo. Las variedades de grupos cortos, al no ser tan sensibles al fotoperíodo pero sí a la temperatura, pasan más tempranamente al período reproductivo que las variedades del grupo V o VI.. Es que a medida que se va subiendo de grupo, la soja es más exigente en días cortos y, por lo tanto, pasa al período reproductivo más tarde. 

Si se siembra tardíamente un grupo muy largo, el ciclo se corre hacia el período de otoño. Así, surgen condiciones desfavorables para el llenado de granos y riesgos de enfermedades. Todo esto define un ambiente que no es el ideal para la soja: baja radiación y temperatura, y alta humedad. En tanto, el problema con los grupos de madurez más cortos se produce en siembras muy tempranas, ya que se pueden presentar condiciones que limitan el desarrollo, que es muy importante para el rendimiento. El grupo IV, que rápidamente se induce a floración y superpone las funciones de crecimiento y reproducción, se puede ver expuesto a sequías en etapas tempranas. 

Durante los últimos años se ha registrado una tendencia al adelantamiento en la fecha de siembra de la soja de primera. Pero ¿hasta qué época conviene adelantar el momento de siembra? Y, además, ¿qué resultados se pueden obtener según el grupo de madurez y el tipo de soja utilizados?.
El período óptimo para la siembra es noviembre, ya que permite alcanzar la mayor tasa de crecimiento del cultivo. Cuando se adelanta excesivamente la fecha de implantación, como las temperaturas son menores, se produce una disminución en la tasa de crecimiento. 

El comportamiento de las variedades del grupo IV ha sido sumamente destacado en los últimos años. A su juicio, ese alto rendimiento obedece a un uso más eficiente del agua, ya que los grupos cortos poseen la particularidad de superponer las funciones de crecimiento vegetativo y reproductivo. En cambio, las variedades determinadas de grupos más largos utilizan el agua para realizar un importante desarrollo vegetativo, y luego pasan a la etapa reproductiva. Pero si las condiciones de abastecimiento de agua son limitantes, surge el problema de que ya se gastó para crecer y no se dispone de ella para el ciclo reproductivo. 

Este aspecto, junto con el avance genético, un mejor manejo de insectos, control de malezas y espacíamiento, explica el éxito de los grupos de madurez más cortos en los últimos años. 

Espaciamiento 

En cuanto al espaciamiento entre las hileras del cultivo, debe establecerse en función de las características de las variedades y de la fecha de siembra, ya que dentro de igual grupo de madurez existen variedades con distintas capacidades de desarrollo, indeterminación y porte. 

En condiciones favorables, se recomienda: 

Siembra temprana con grupo IV, a 35 o 70 cm
Cuando se trata de una variedad de menor desarrollo puede ser a 35 cm (o también a 52 cm, pues se trata de una situación intermedia) y si es de importante desarrollo, a 70 cm. 

Siembra normal con grupo IV, a 35 o 70 cm
Según el desarrollo que alcance la variedad. También, en algunos potreros puede ubicarse un grupo V sembrado a 70 cm. 

Siembra tardía, con grupos IV y V, a 35 cm
En el caso de una siembra tardía o de soja de segunda, para compensar la limitación del trigo como antecesor, conviene elegir una variedad de mayor capacidad de desarrollo, pero implantada a 35 cm, y compensar el acortamiento del ciclo con el acercamiento entre las hileras. En sojas de segunda, el acercamiento entre hileras produce una respuesta en el rendimiento. Esta ventaja puede no concretarse en el caso de las sojas de primera. En tanto, en condiciones desfavorables (debido al tipo de suelo o antecesor desfavorable), se sugiere: 

Siembra temprana con grupo VI
Al sembrar temprano tienden a reducirse los problemas del otoño para, el llenado y madurez, de modo que se puede pasar a un grupo VI. El hecho de sembrar temprano y entonces limitar el desarrollo permitiría, incluso en condiciones muy particulares, sembrar a 35 cm, según la variedad. 

Siembra normal con grupo V corto o de menor porte, a 35 cm, y con VI a 70 cm
El grupo VI no puede disponerse a 35 cm porque se correrían riesgos de vuelco y enfermedades. Habría que sembrar un grupo VI a 70 cm o un grupo V, de escaso porte, a 35 cm. 

Siembra tardía con grupo V, a 35 cm
Esto es lo indicado para condiciones desfavorables en siembras tardías o para sojas de segunda en iguales condiciones (ver cuadro II).
La clave consiste en identificar -para un determinado potrero- el grupo óptimo, aquel que alcanza el máximo desarrollo a floración sin vuelco. Es el que logra el mayor aprovechamiento del ambiente sin generar factores negativos para el rendimiento, como los producidos por el vuelco. 
Las variedades del grupo óptimo serán las que tengan un período de fructificación y llenado sin sequía. 
Es necesario conocer cuáles son las probabilidades de que se presenten sequías estacionases y así tratar de ubicar la variedad de manera que el período crítico no se corresponda con el de mayor probabilidad de escasez de humedad. También es importante contar con radiación y temperatura, para escapar de los problemas del otoño, los que pueden incluir, como en 1998, la falta de piso. 

Control de malezas 

Un esquema de control de las malezas abarca distintos aspectos (cuadro III). En primer lugar, en las siembras en las que no se utilizan variedades transgénicas, en el caso de una infestación moderada o alta, el punto básico es conocer muy bien el problema de malezas de cada lote, de manera de no diagramar un esquema de control equivocado que se traduzca luego en un gasto excesivo de dinero. Porque, por ejemplo, si se utiliza una mezcla de preemergentes en un potrero complicado, seguramente van a producirse escapes, lo que obligará a realizar un repaso. 

Hay que estar muy seguro de cuáles son las malezas existentes en cada potrero y, sobre esa base, diseñar el esquema de control. 
Las mezclas de herbicidas destinadas a una infestación moderada o alta no tienen acción sobre las gramíneas perennes. En ese caso, la indicación es administrar un graminicida posemergente. Otra alternativa, en esquemas de labranza reducida, es dejar preparados los lotes con la menor cantidad posible de labranzas y aplicar glifosato antes de la siembra de sojas no transgénicas. Se puede emplear junto con alguna mezcla de preemergentes. Así, se deja el lote preparado con cierta anticipación y se consigue un mejor manejo de la humedad. El primer nacimiento de malezas se cubre con el glifosato y se cuenta con más tiempo para que se active el preemergente. 


En cuanto a la siembra de sojas RR, hay que realizar una o dos aplicaciones de herbicidas y, además, si es necesario, utilizar un residual. Han aparecido en el mercado productos que son mezcla de glifosato con residuales, y la discusión es si debe realizarse una o dos aplicaciones, y si deben mezclarse con algún residual. Esto depende de la situación de cada potrero. En algunos, una aplicación es suficiente; otros requerirán dos. Y en ciertas condiciones, como en este año de mucha lluvia, es efectivo aplicar algún residual que acompañe al glifosato, que hubiera evitado una segunda aplicación. Esto depende también del manejo previo que se haya hecho del lote. 

Si bien no existen recetas, el esquema básico consiste en dos aplicaciones de glifosato.  En la práctica se ha alcanzado, con los  materiales transgénicos y con el uso de glifosato solo, potreros llamativamente limpios a cosecha con rindes, por lo menos, equivalentes a las variedades  tradicionales. 

Cuadro 1: factores del comportamiento diferencial entre grupos de madurez

 

0

Precoces

Tardías

Crecimiento

Indeterminado

Determinado

Fotoperíodo

Menos sensibles

Más sensibles

Temperatura

Más sensibles

Menos sensibles

Siembra temprana

Sequía en R4 a R7

Mayor desarrollo

Siembra tardía

Acorta ciclo

limitantes al llenado

 

Cuadro 2: Grupo de madurez y espaciamiento según condición y fecha de seimbra.

Temprana Normal Tardía

Condición favorable

IV
a 35-70 cm.

IV
a 35-70 cm.
V
a 70 cm.

IV y V
a 35 cm.

soja 2

Condición desfavorable

VI
a 35 cm.

V
a 35 cm.
VI
a 70 cm.


V
a 35 cm.
Soja 2

Cuadro 3: Control de malezas

Infestación Moderada Alta Gramíneas perennes

Sin RR

Harness
+ Sencorex
+ Atrazina

Harness
+ Preside
Pivot

gramíneas
perennes

Sin RR

Harness + Preside Pivot

Round-up
(Squadron)
presiembra

Con RR

De 4 a 61 Round-up en 2 aplicaciones
Única aplicación de Round-up + Pivot
(2,7 l/ha Standout-31/ha Alteza)

Los productos comerciales figuran a modo de ejemplo

Agrobit.com

Fuentes: - Publicaciones de la UNRC ( Cultivos oleaginosos)
              - Revista Forrajes y granos
              - Material técnica aportado por semilleros ACA

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