AVICULTURA  


Enfermedades causadas por protozooarios

Coccidiosis

La coccidiosis es una enfermedad de las aves causada por un protozooario y está caracterizada por diarrea, inquietud y niveles variables de mortalidad. A pesar de lo mucho que se ha investigado para adelantar en el control y tratamiento de la enfermedad, sigue siendo la más costosa en la industria avícola.

La coccidiosis es causada por un organismo microscópico llamado coccidia. Hay muchas especies de coccidias que pueden infectar a las aves, animales domésticos y al hombre. Cada especie tiene su huésped específico y no infecta a muchos otros animales. Después de que ha pasado un brote con una especie de coccidia, el lote de aves desarrolla resistencia a la especie que estuvieron expuestos, pero siguen siendo susceptibles a otras especies infectivas. 

Esto significa que el lote de aves puede sufrir varios brotes de coccidiosis, cada uno causado por una especie de coccidia diferente. Los pollos son susceptibles a nueve especies distintas, los pavos a siete y las codornices por lo menos a cuatro.

La coccidiosis se transmite por contacto directo o indirecto con los excrementos de otras aves infectadas. Cuando un ave ingiere coccidia, el organismo invade la mucosa intestinal causando daños en los tejidos según se va reproduciendo. Una semana después de la infección, la coccidia produce descendientes inmaduros, llamados oocitos. Los oocitos, expulsados con los excrementos, no pueden infectar a otra ave a no ser que pasen por un proceso de maduración (esporulación) en el material de cama. 

Esta esporulación ocurre en un periodo de uno a tres días si la cama está caliente y húmeda, pero puede tomar más tiempo si las condiciones son más frías y secas. Después de la esporulación, la coccidia es infectiva si es consumida por otra ave.

El número de coccidias infectivas consumidas por el ave es el factor primario en cuanto a la severidad de la infección resultante. La infección puede ser suficientemente suave como para pasar desapercibida, mientras que una dosis muy grande de coccidias puede causar lesiones severas que resulten en la muerte. Las coccidias sobreviven por largos periodos fuera del cuerpo del ave. Se transmiten fácilmente de un galpón a otro sobre el calzado o ropas contaminados, pájaros libres, equipos, sacos de alimento, insectos y roedores.

La coccidiosis ocurre generalmente en pollos en crecimiento y adultos jóvenes. Rara vez se ve en pollos de menos de tres semanas o en aves maduras. Los signos de un brote incluyen aves pálidas, débiles, que tienden a acurrucarse, consumen menos alimento y agua, tienen diarrea y se pueden deshidratar, las ponedoras experimentan una baja en la postura.

La coccidiosis cecal puede producir excrementos con sangre, y anemia, que muchas veces es seguida de la muerte. La coccidiosis intestinal no es aguda y es de naturaleza más crónica. Produce menos mortalidad que la forma cecal.

Las lesiones que produce la infección dependen de la especie de coccidia causante del problema, de su severidad y la etapa en que está la enfermedad. La cecal, puede producir hinchazón de las bolsas cecales, que se llenan con sangre fresca. 

En una etapa posterior, el ciego está lleno de un material de aspecto cáseoso, manchado con cantidades variables de sangre. Las lesiones de la coccidiosis intestinal varían desde una enteritis bastante suave hasta una de tipo necrótico o hemorrágico.

La coccidiosis cecal se puede confundir con la cabeza negra (Histomoniasis) y la salmonellosis debido a lo similar de las lesiones. La intestinal se puede confundir con el síndrome de la anemia hemorrágica y otras enfermedades entéricas. Un diagnóstico definitivo se logra por examen microscópico del raspado del tracto digestivo e identificación de la coccidia. Como es común que las aves sanas posean algunas coccidias, hay que tomar en consideración la historia y lesiones del lote antes de hacer el diagnóstico y recomendar un tratamiento.

Es muy difícil, si no imposible, prevenir la coccidiosis simplemente con la higiene. Es mejor prevenirla, añadiendo una droga (coccidiostático) al alimento para controlar el desarrollo de la coccidia en el tracto digestivo. Hay muchos coccidiostáticos disponibles comercialmente. 

No se deben usar indiscriminadamente y se deben seguir las recomendaciones del fabricante. También existe en el mercado una vacuna contra la coccidiosis. El producto solamente es útil en ciertos tipos de producción avícola y debe usarse tal como se recomienda. Busque consejo de expertos antes de usar la vacuna.

Histomoniasis

La histomoniasis (Cabeza negra) es una enfermedad, aguda o crónica, producida por un protozoario, que afecta principalmente el ciego y el hígado. La enfermedad está presente en todos los sitios donde se críen aves. Se trata de una de las enfermedades más críticas de los pavos jóvenes y aves de caza. Puede retardar el crecimiento, producir mala utilización del alimento y muerte. Tiene menos importancia económica en pollos ya que son más resistentes, pero su incidencia aparentemente esta aumentando.

La histomoniasis es causada por un parásito protozoario llamado Histomona meleagridis. El agente sale con la materia fecal de las aves afectadas. En muchos casos es expulsado dentro de los huevos de la lombriz cecal de los pollos, pavos y aves de caza. 

Los protozoarios que viven libres no sobreviven mucho tiempo, pero los que están en los huevos de la lombriz cecal pueden sobrevivir por años. Por lo tanto, se considera que la transmisión es por ingestión de huevos de lombriz cecal infectados. También puede ocurrir a través de lombrices de tierra.

Los pollos pueden infectarse sin mostrar síntomas de la enfermedad, esparciendo entonces enormes cantidades del parásito, muchos de los cuales están protegidos por los huevos de lombrices cecales. Muchas veces se puede encontrar el origen de los brotes en los pavos que están en contacto directo o indirecto con campos, galpones o equipos que estuvieron ocupados previamente por pollos. Los pájaros libres pueden contribuir también a la diseminación de la infección.

La mayoría de las pérdidas ocurren en aves jóvenes (seis a dieciséis semanas). Entre los síntomas tenemos la pérdida del apetito, aumento de sed, malestar, somnolencia, oscurecimiento de la región facial y diarrea. La morbilidad y mortalidad son variables, pero la última raramente excede el 15%; sin embargo, puede aproximarse al cien por ciento en los brotes no controladas en los pavos. Las pérdidas en los pollos no suelen ser muy altas.

Las lesiones producidas por la histomoniasis están confinadas al ciego y al hígado, de ahí su nombre. El ciego se inflama y las paredes pueden engrosarse, volverse necróticas y ulcerarse. Se forman núcleos cáseos dentro del ciego, que pueden estar manchados de sangre. También puede presentarse peritonitis si las úlceras llegan a perforar las paredes del ciego. 

El hígado se inflama y muestra áreas necróticas, circulares, deprimidas, de un centímetro y medio de diámetro. Areas más pequeñas se funden unas con otras y forman depresiones más grandes. Las lesiones van del amarillo al amarillo verdoso y penetran profundamente en el tejido del hígado. Las que están en proceso de curación se parecen a las que produce la leucosis visceral.

El diagnóstico se hace fácilmente basándose en las lesiones. Formas atípicas, especialmente en los pollos, pueden confundirse con la coccidiosis cecal y las infecciones por salmonella en particular. La medicación puede interferir con lesiones atípicas. En estos casos pueden necesitarse análisis de laboratorio para obtener un diagnóstico definitivo.

Buenas prácticas de manejo pueden hacer mucho para controlar el problema de la enterohepatitis. No mantenga aves de diferentes especies en las mismas instalaciones. No establezca pavos en los mismos galpones donde hubo anteriormente pollos a no ser que hayan pasado ya varios años. 

Rote los galpones periódicamente si es posible. Es necesario controlar las lombrices cecales para disminuir la incidencia de la histomoniasis. Los pisos de alambre o reja ayudan a reducir los contagios.

El buen manejo es el único método efectivo para prevenir esta enfermedad puesto que muchos de los productos efectivos que se usaban hace años ya no están disponibles comercialmente. 

Existen productos que disminuyen la presencia de lombrices cecales, reduciendo así la tasa de infecciones, pero no tienen efecto sobre las histomonas.

Fuente: Revista Avícola.

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